A través del Boletín de noticias de la Digital Civil Rights in EuropeEDRI (link aquí), me entero de la interesante iniciativa legislativa popular que se está llevando a cabo en Finlandia.

Se trata de una propuesta, sobre la que el Parlamento finés está obligado a debatir (que aprendan los demás Países…) que prevé tres puntos claves, en la lucha para la defensa de la privacidad. Éstos son:

1. Penar el excesivo control sobre los ciudadanos por parte de entidades públicas, a través de la modificación del Código Penal del País;

2. Declarar estos comportamientos delictivos como «crimen contra la humanidad«, de manera que estos hechos puedan ser perseguidos por las autoridades finesas, incluso en los casos en los que los hechos se hayan producido en otros Países;

3. Perseguir a las empresas privadas que hayan favorecido y/o permitido estos abusos, con una pena económica que puede llegar hasta el 25% del total de las entradas de las empresas en cuestión.

Esta Ley (denominada «Ley Snowden«) va en dirección contraria a la actualmente vigente en Italia (resumen de la legislación italiana que permite el espionaje y la comisión impue de delitos aquí), porque, a diferencia del País de la pasta (y de otras cosas), no sólo se prohibe espiar a ciudadanos, sino que se castiga penalmente el hecho.

El boletín de EDRI también recoge las palabras de un tal Timo Karjalainen (no tengo más referencias sobre este señor) que afirma: «Esta propuesta hará de Finlandia un País que protege los derechos digitales y la privacidad. Esto puede ser un punto a favor para Finlandia para potenciales proveedores de servicios de cloud computing. Los clientes de estos servicios querrán seguramente evitar tener sus datos en Países donde la vigilancia crece exponencialmenteI» (traducción mía).

Interesante: así que respetar la privacidad no sólo es un deber, sino también un negocio.

Ya me encantaba Arto Paasilinna, pero ahora tengo un motivo más para mudarme a un País civilizado. Así que «Näkemiin ja kiitos kalojen«.