Acabo de leer la noticia en computerweekly.com según la cual un equipo de baseball profesional de los EEUU (los Saint Louis Cardinals) han hackeado los sistemas de un equipo rival (las víctimas son los Houston Astros) con la finalidad de espiar a sus rivales y las tácticas que utilizarán sus adversarios.

El FBI está investigando el asunto pero parece claro que ha habido un ataque a la seguridad de la información de una empresa (spoiler alert: sí, los equipos deportivos son empresas).

Además, parece que los Houston Astros ya habían sido víctimas de otros ataques con anterioridad a los hechos denunciados.

¿Qué hemos aprendido de esta edificante historia?

1. Las empresas se espían entre ellas. Es lo que hay. Si no quieres verlo, allá tú con la seguridad de tu empresa y su viabilidad económica.

2. Las empresas no quieren aprender de sus errores. Para mantenernos en ámbito yankee, usaremos un refrán bastante popular ahí: «Fool me one time, blame on you; fool mw twice, blame on me«.

3. Los Houston Astros son muy libres de defender su información con los bates de baseball cuando se vuelvan a ver las caras con los Saint Louis Cardinals (curioso: santos y cardenales..), pero sinceramente les aconsejo que hagan un análisis de riesgo (Analysis Risk, para mantenernos en ámbito anglosajón), valoren las amenazas y tomen las medidas oportunas para reducir los riesgos a un nivel aceptable.

A ver si tendremos que asistir a otra trifulca entre bien pagados deportistas en la próxima Major League.