Los que me conocen, saben que no soy seguidor del Barça; sin embargo, la eliminación de ayer me ha hecho reflexionar sobre cómo ser profesional y no morir en el intento. La premisa fundamental de todo esto es que, cuando se juega con las analogías, se puede hacer el ridículo, así que confío en el perdón de los eventuales lectores.

Los «lopdístas» (palabro) pretendemos parecernos al Barça (o similares equipos ganadores), intentando presentarnos frente a nuestros posibles clientes como expertos brillantes, que saben mucho (que no todo) y que tienen soluciones mágicas para casi cualquier tipo de empresa o administración pública, cuando de datos personales se trata.

Para ello, estudiamos, leemos, nos equivocamos, consultamos con compañeros y afinamos «nuestro juego». A la hora del partido decisivo frente al cliente, nos encontramos con otros profesionales que no siempre usan las mismas armas. Los hay que juegan de cualquier forma, incluso de forma irregular, para llevarse el partido.

Como nos sentimos paladinos «LOPD«, sabemos que estamos de la parte del bien y que buscamos la excelencia, sin usar herramientas rastreras. Y, sin embargo, perdemos el partido, frente a un «chelsea» del coste cero.

¿Qué hacer? ¿Replantearse la forma de jugar? ¿Usar las mismas armas del «chelsea»? Es lógico que te entren dudas, pero creo que la mejor opción será la de seguir con tu forma de juego, posiblemente perder más partidos, pero por lo menos saber que, al final del día, has hecho todo lo que estaba en tus manos para ganar honestamente el partido.

Sean clementes con estas analogías de andar por casa.