El pasado miércoles 16, fui invitado por el Ayuntamiento de Cocentaina para dar una serie de charlas sobre las Redes Sociales, Menores y Privacidad.

Estas charlas ya se están convirtiendo en una práctica habitual en mi quehacer diario y sólo puedo decir que disfruto mucho con ellas. Han sido 8 horas de charlas repartidas entre los distintos grupos de alumnos, profesores y padres.

Por la mañana, ha habido una charla-debate con los alumnos, repartidos en dos tandas: los de 6º y los mayores. En ambos casos, me ha sorprendido un cierto grado de conflictividad entre los adolescentes. Ha sido por lo menos curioso ver cómo las preguntas se centraban en cómo burlar las medidas técnicas de defensa de la privacidadcómo obtener una cuenta en Tuenti con 12 años«, «cómo crackear la cuenta de otro usuario«, etc.), en vez de intentar comprender las consecuencias de estos comportamientos.

Por más que insistiera que esto no es un «juego de niños«, parecía que era más «molón» conocer los intríngulis del lado oscuro de las Redes Sociales. Es por ello que, en las siguientes charlas, dirigidas a los profesores y a los padres, he pedido su colaboración para que hablaran con los chicos y les hicieran ver, desde una perspectiva más pedagógica (que a mí, por formación, se me escapa) los peligros de determinados comportamientos en las Redes Sociales.

Dos notas sobre estas dos últimas charlas.

Los Profesores: en su inmensa mayoría, parecían completamente ajenos a la realidad de las Redes Sociales. Era una manifestación, un poco trasnochada, la verdad, de esa actitud de la «gente de Letras» frente a las herramientas tecnológicas. Me ha costado mucho (y dudo haberlo conseguido) hacer ver que todos estos recursos representados por Tuenti, Facebook, Youtube, etc. pueden ser herramientas muy útiles para las tareas docentes. Hasta he vuelto a escuchar esa frase tan manida: «Todo está en los libros«.

«Señores Profesores, el conocimiento está también en los libros,

pero la vida y las personas, por ende, los alumnos, están en otros sitios.«

Con estas actitudes, ya me quedaba más clara la posición de los adolescentes: cuando hablan con los profesores, éstos no les entienden y se sienten frustrados. Crackear la cuenta de un compañero se convierte así, a parte de una gamberrada con relevancia penal, también en una forma de llamar la atención sobre sus propias vidas. ¿Por qué no les prestamos atención?

Los Padres: en esta charla he visto caras preocupadas por entender algo completamente nuevo para ellos. Muy pocos eran usuarios de las Redes Sociales, pero el cambio de actitud, con respeto a los profesores, era evidente: querían saber cómo funciona esto y saber qué es lo que llama tan poderosamente la atención de sus hijos. Prestaban atención a las peculiaridades de estas nuevas formas de comunicarse y, juntos, derribamos una serie de mitos que no llevan a ningún sitio.

Mitos vs. realidades: a) la privacidad no es un invento jurídico, sino un valor que va defendido; b) las Redes Sociales no son cosas de niños y los padres no podemos vivir de espalda a fenómenos que afectan tan de lleno a la vida de los adolescentes; c) el lobo no es tan feroz como lo pintan, pero d) las gamberradas en las Redes Sociales pueden tener repercusiones muy graves en la vida de los afectados.

En muchos casos, los asistentes han descubierto que existe una Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) que puede ser muy útil para la defensa de los intereses, tanto de los menores, como de cualquier usuario de Internet (y no sólo Internet). Si sólo este mensaje no habrá caído en saco roto, me daré por satisfecho.

No me quiero olvidar de la importantísima colaboración de la gente de Radio Cocentaina, que nos ha echado una mano en la tarea de difundir estos conocimientos.