Un consultor se atreve a publicar unas historias para no dormir, es decir, anécdotas sobre cómo se tratan los datos personales en (algunas) Administraciones Públicas.

El artículo es interesante y se basa sobre experiencias profesionales del autor. ¿Alguno de los lectores puede aportar sus propias historias para no dormir? Sería interesante hacer un recopilatorio de mal uso de datos personales (por favor, de forma anónima, no vaya a ser que la Agencia Española de Protección de Datos se sirva de este blog para inspeccionar Ayuntamientos y Ministerios, lo que faltaba).

¿Alguien se apunta?