Hace unos días, a raiz del follón montado alrededor de las prácticas de los estafadores LOPD, recibo una llamada de otro restaurante valenciano, contándome más o menos la misma historia de comerciales «agresivos».

Lo curioso es que me llamaron al móvil, número que tienen relativamente pocas personas y que, desde luego, no aparece en mi Web.

Las preguntas a las que he contestado telefónicamente son:

1. , es cierto que las empresas que, para el desarrollo de su actividad, tratan datos de carácter personal, deben cumplir con la LOPD.

2. , es cierto que las sanciones económicas para los infractores pueden llegar a ser elevadas.

3. Hasta donde yo sé, la Agencia Española de Protección de Datos sólo actúa previa denuncia de un interesado/afectado.

4. Las empresas que tienen datos de carácter personal considerados de nivel básico, no deben someterse a Auditoría bienal obligatoria, aunque sea aconsejable.

Con estos datos, la persona que me ha llamado se ha tranquilizado un poco, pero no sé hasta dónde he sido capaz de transmitir adecuadamente la información. En todo caso, me ha pedido que le pasara una propuesta comercial para adecuar el restaurante a «la Ley».

Dudando si enviar una propuesta a desconocidos por email (no vaya a ser que me acusen de spam), al final he optado por confeccionar una oferta para adaptar a un restaurante sin Web, ni cámaras de seguridad, sin actividades comerciales online, etc. Vamos, un restaurante de barrio como hay miles en España. Ah, y diciendo (contraviniendo a mi práctica habitual) que recabaría los datos sin visitar personalmente a la empresa (no me iba a ir a Valencia por ese dinero). Sólo me ha faltado decir que buscara a un compañero en su ciudad. También he puesto en negrita que mi presupuesto no era «bonificable» a través de la Fundación Tripartita, por si acaso.

A día de hoy no he tenido respuesta (ni siquiera me han contestado a la pregunta: ¿Cómo sabes mi móvil?) y me quedo con la duda: ¿he hecho bien? Si alguien tiene alguna respuesta, se agradece.