El pasado día 2 de febrero, el WP 29 (el Grupo del Artículo 29) ha enviado una carta a Google, pidiendo que se tomara un «descanso» en la implantación de su nueva política de privacidad global, tal y como ha anunciado la empresa de Mountain View hace unos días.

La respuesta no se ha hecho esperar, de hecho ha llegado al día siguiente (ambos documentos se pueden descargar aquí). En ella, Google dice que lleva tiempo hablando con las autoridades competentes en materia de protección de datos y privacidad que, hasta ahora, nadie le ha impedido llevar a cabo los cambios, ni le había pedido «pausas para reflexionar». De ahí que Google pasara olímpicamente de la petición del WP 29 y que siga por su camino.

Para mí, la novedad más importante de la renovada política de privacidad de Google es la confirmación que se combinarán los  datos personales de los usuarios (registrados en cualquiera de sus numerosos y populares servicios): Welcome to the Big Data Era: «if a user is signed in, we may combine information she has provided from one with information from our other services. We’ll treat that user as a single entity across all our services, which will mean a simpler, more intuitive Google experience«.

Claro, ¿no?