Voy a hacer un intento de seguir y escribir sobre la tertulia de la Cadena Ser sobre Menores, Redes Sociales y Protección de Datos, a raiz de la «idea» del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid de darse de alta en una red social española con datos falsos y así seguir (¿espiar?) a sus hijos.Va a ser una especie de twitteo, pero a través de esta Web/blog.

Para empezar, este señor me hace un flaco favor, porque, a lo largo de mis charlas, siempre intento explicar a los preocupados padres que es mejor hablar con sus hijos, en vez de espiarlos. Ya me veo yo la avalancha de críticas el próximo 30 de marzo por parte de «aspirantes espías» y «futuros espiados«.

Primer asunto: todo esto es nuevo y los padres estamos desamparados. Pues, señores padres, esto es difícil, pero tampoco se trata de un infierno, sólo hace falta aprender, hablar y, casi se me olvidaba, educar. Siempre hay alguien que pueda ayudarnos: échenle un vistazo a la ONG «Protégeles«.

Segundo asunto: evitemos los errores. Hay que aprender a configurar la privacidad de la cuenta. ¿Qué tal si perdemos 5 minutos en leernos las instrucciones de cómo funciona la Red Social a la que queremos apuntarnos?

Tercer asunto: habla Tuenti. Se le pregunta cómo hacen para rastrear «perfiles falsos». Me reasegura que tienen un protocolo de actuaciones. Además, personalmente, aprecio el esfuerzo de una empresa por preocuparse por sus clientes/usuarios. Estamos obligando a estos señores de Tuenti a gastarse un dineral en proteger a sus usuarios. ¿Qué más les queremos pedir? ¿Qué nos hagan la cama, bajen a por el pan y compren el periódico?

Cómo va la batalla (h. 10.29): parece que gana el lado #educa_a_tus_hijos.

Cuarto asunto: los jóvenes no tienen conciencia de la privacidad. ¿Y cómo iban a tenerla si no se la explicamos? Además, tienen un modelo televisivo (por ejemplo) que invita exactamente a lo contrario: «mola» contar tu vida sin tapujos, hasta los asuntos más íntimos (y muchas veces, miserables).

Quinto asunto: «Me han contado que una menor invitó a su casa a un desconocido y éste la mató«. Menos mal que, parece, es un caso de un país lejano, pero, por lo que más queráis,  ¿dónde estaban los padres? Por cierto, a mí me han contado que un mayor de edad, con su coche, tuvo un accidente y se mató. ¿Eso quiere decir que debemos prohibir el uso de los coches? ¿No será mejor aprender a conducir?

La ronda ha terminado, el tiempo de radio es el que es y nos queda reflexionar.

Soy partidiario del bando #educa_a_tus_hijos, entre otras cosas porque aborrezco los métodos delotro bando, el de #espía_a_tus_hijos. Estas herramientas, así como las que vendrán, nos obligan a aprender, equivocarnos y volver a aprender. Nunca como en esta fase de nuestra historia, tenemos toda la información disponible; eso sí, nos falta camino para aprender a usarla.

Por cierto, ¿tus hijos están en Tuenti?